Según la RAE, brindar es “manifestar, al ir a beber vino o licor, el bien que se desea a alguien o algo” y en estos días los brindis están muy presentes en las distintas reuniones con amigos, familia, compañeros,… Pero la realidad de nuestra sociedad, a día de hoy, da motivos para pocos brindis y celebraciones, debido a la ya superconocida y familiar crisis económica, y sobre todo social, que padecemos.
Pero bien, ya que en estas fechas, a pesar de esto, estamos dispuestos a brindar, deberíamos hacerlo por poder seguir disfrutando de las cosas buenas que tenemos alrededor, sobre todo por las personas que forman parte de los distintos ámbitos de nuestra vida y con las cuales merece la pena compartir muchos momentos. Apreciar lo que tenemos antes de quejarnos por lo que no conseguimos también es un pensamiento que debería estar todos los días presente en nosotros, y en especial en estas fechas.
También deberíamos brindar por tener confianza en la solución a los distintos problemas que nos rodean. Soluciones que no son fáciles y que muchas veces no dependen de nosotros. No conozco a nadie que le vaya todo perfecto en la vida, pero tampoco quiero conocer a nadie que tenga todo resuelto, porque en los momentos de dificultad es donde se ve realmente como es cada persona.
Sin mas, brindo por poder seguir disfrutando de las cosas buenas que nos rodean y por la solución a los problemas que nos afectan, individual y colectivamente.
Mañana, 10 de diciembre, se cumple el 63 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos aprobada por la ONU. Los Derechos Humanos deberían ser algo obvio en todas las sociedades del mundo. No obstante, se han decidido "legislar" con el tratado firmado por la mayoría de países. Y este hecho debería servir para que los derechos humanos fueran cumplidos en todo el mundo, pero la realidad no es así. Hay Estados que hacen caso omiso de estas normas básicas, y lo peor es que no tienen la condena o sanciones de otros Estados o de la propia ONU. Esto se debe a que lo que parece que prima en la relación entre países y en el propio funcionamiento interno de estos son los aspectos económicos antes que los derechos de las personas.
La premisa a la hora de actuar los diferentes gobiernos debería ser el cumplimiento de los derechos humanos básicos y si desde el resto de la sociedad mundial no se condena a quien no los cumpla, la Declaración firmada en 1948 es una norma cuya practicidad es nula, y esta debería ser la ley mas necesaria y práctica que se ejecute en el mundo.
Ahora que en España hay un nuevo gobierno en el poder no hay excusa para salir de las crisis. Pero de la crisis no nos puede sacar sólo el gobierno, sino que debemos salir todos. El gobierno es el que debe apoyar a empresas, trabajadores y ciudadanos en general a superar la difícil situación económica y social por la que atravesamos.
Que la crisis económica actual es algo a nivel mundial es algo que es evidente. Pero no nos podemos escudar en esto a la hora de no avanzar hacia las soluciones porque también salta a la vista que en cada país o región la crisis tiene ciertas características, que son las que más nos deben interesar porque son sobre las cuáles se debe actuar desde los diferentes gobiernos regionales o nacionales. En el caso de España la mayor dimensión local de la crisis está clara: el paro y el déficit público.
Para salir de la actual situación parece que va a haber que pagar un peaje muy alto, pero creo que este peaje lo deben pagar los verdaderamente causantes de esta crisis: la gente que quería vivir por encima de sus posibilidades económicas y los diferentes organismos (bancos, cajas y políticos principalmente) que han permitido a esta gente ese crecimiento desmedido.
Está claro que los recortes presupuestarios son algo necesario para evitar seguir aumentado el déficit público. Pero no se pueden hacer recortes en lo esencial y necesario: educación, sanidad y seguridad. Estas tres cosas, evidentemente, no son nadas rentables para un país, pero tampoco es su objetivo, ya que se su misión es la de prestar servicios a los ciudadanos. Las políticas de ahorro deben ir encaminadas a fomentar otros sectores productivos que generen el dinero suficiente para mantener estos servicios básicos. Los recortes deben hacerse en los gastos y servicios superfluos.
Bajo mi modesta opinión, creo que para salir dignamente de esta crisis hacen falta principalmente dos cosas: Solidaridad y talento.
Si queremos una sociedad justa y con igualdad de oportunidades debemos adoptar una situación de solidaridad económica con quien realmente lo está pasando mal. En este país existen aún recursos suficientes para ayudar a las familias que no pueden hacer frente a los pagos hipotecarios de su vivienda, eso sí, siempre que sea primera vivienda principal. También se debería apoyar a empresas afectadas por la crisis, siempre que su situación no sea generada por una mala gestión de sus directivos o administradores. La ayuda a los parados también se debe garantizar, pero con el criterio de ayudar a la persona que no tiene trabajo y quiere trabajar y no a la persona que se apunta al paro porque no quiere trabajar. Otra ayuda necesaria sería a la vivienda joven y así en muchos aspectos que son primordiales para el buen avance de una sociedad.
Otro aspecto necesario es fomentar el talento en todos los aspectos sociales posibles. Los ciudadanos necesitamos que nos gobierne gente con talento y no gente que consiga gobernar por el hecho de militar en un partido político o porque por diversas circunstancias le ha tocado a él ese sillón. Los políticos de un país deben estar en una constante renovación, no solo de caras, sino de ideas y soluciones. También es necesario fomentar el talento en sectores como la investigación y la innovación, ya que si no es así estaremos tirando a la basura el buen desarrollo futuro de la sociedad en ámbitos como la medicina, la ingeniería, educadores,…. Las grandes empresas también deben estar dirigidas y administradas con gente talentosa, ya que debido a las grandes cifras de dinero y de puesto de trabajo que manejan, su mala gestión afectaría, de una manera u otra, al conjunto de la sociedad.
El talento a pequeña escala también es algo imprescindible para que una sociedad funcione: hace falta gente que sea capaz de gestionar medianas y pequeñas empresas y también hace falta gente con talento a la hora de llevar un hogar o una familia. El objetivo de fomentar el talento es facilitar que cada persona alcance el puesto o funciones que mejor vaya a desempeñar. Con respecto a la economía, esto haría tener a las personas mejor preparadas tomando decisiones importantes, que daría como resultado un alto porcentaje de éxito, que a gran escala asegurarían suficiente dinero para mantener y garantizar los servicios a la ciudadanía.
¿Cómo fomentar el talento? Pues dando oportunidad de demostrarlo, sobre todo a gente joven o con ganas de trabajar, aprender y crecer y apoyando a las personas en sus planes de futuro, proporcionando la seguridad suficiente ante el posible e indeseado fracaso.
No sé si solidaridad y talento son la receta definitiva para afrontar la crisis económica y social que vivimos hoy, pero si estoy seguro de que son dos de los ingredientes más importantes de la receta.
El próximo 20 de noviembre en España hay convocadas unas elecciones generales anticipadas (por si alguien no lo sabe). Y de una cosa estoy totalmente convencido: de que el próximo presidente del gobierno va a tener barba. Después de unos años de gobierno de bancarrota presidido por Zapatero, donde ha demostrado los pocos conocimientos de economía que hacen falta en este país para ser presidente, parece que el turno le va a tocar a su ex vicepresidente Rubalcaba o a su oposición durante sus dos legislaturas, Rajoy. ¡Viva la regeneración política!
Alfredo Pérez Rubalcaba promete a los españoles sacar al país de la crisis que tan mal ha sabido gestionar el gobierno cuando el mismo era nada más y nada menos que vicepresidente, además de portavoz y ministro. ¿Por qué no aplicó las soluciones que presenta ahora cuando él era uno de los máximos responsables del gobierno? Este señor creo que ya va siendo hora de que se dedique a lo que realmente es, químico, ya que lleva bastante tiempo en la política a nivel nacional y creo que no ha hecho grandes cosas por este país. Por lo tanto no se merece acabar su cómoda carrera de político siendo presidente del gobierno después de ser vicepresidente del desgobierno que ha dejado en España 5 millones de parados y miles de empresas cerradas, además de un gran agujero en las cuentas de la Administración.
Mariano Rajoy Brey también promete a los españoles sacarnos de la crisis, lo malo es como saque del cajón la receta del “milagro económico” del año 1996 cuando el gobierno del que formaba parte dio un gran empujón a la economía española. Si todas las crisis económicas se resolvieran de la misma forma sabría sacarnos de la crisis hasta un estudiante de primaria. Lo que realmente se debe hacer para sacar a un país de la crisis es “coger el toro por los cuernos” y eso al señor Rajoy no se le da muy bien, ya que es mas de echarse la manta a la cabeza y esperar a que pase el temporal. Si es el futuro presidente del gobierno (todas la encuestas las tiene a su favor) espero que le valgan para algo sus mas de 7 años de oposición y no repita los mismo errores del gobierno de ZP, ya que si eso ocurre podría haber calentado su asiento en la oposición gente mas joven y con ideas frescas.
Lo que quiero expresar con estas palabras es que España necesita un gran revulsivo en su gobierno para salir de la tan grave crisis social y económica que nos azota y creo que ninguno de los futuribles a presidente del gobierno en las próximas elecciones es ese revulsivo que necesitamos. Los políticos no deberían adueñarse de su sillón y cargo durante toda la vida y deberían dar oportunidades para que gente mas joven y preparada con los nuevos tiempos coja los mandos de las instituciones del Estado. Con esto se conseguiría una continua regeneración política y además se lograría acercar mas la actividad política a la gente de la calle.
Hace unos días, algunos “expertos” excluyeron de la denominada dieta mediterránea el vino. La única excusa para este hecho fue la prohibición existente en algunos países mediterráneos árabes de beber alcohol. La vid y por tanto el vino es un producto con gran tradición e importancia en el área mediterránea europea por extensión e interés social y económico. Por tanto creo que el término dieta mediterránea no existe, puesto que el vino forma parte de la dieta de muchos países de la cuenca del Mediterráneo. Además no hace falta comentar los grandes beneficios en la salud que tiene el consumo moderado de este producto.
Como para mí el término dieta mediterránea es erróneo debido a la gran diversidad de países que se quieren apuntar a este término, diría que una dieta rica y saludable es la DIETA ESPAÑOLA. En nuestro país existe una gran cantidad y diversidad de alimentos autóctonos capaces de proporcionar un beneficioso equilibrio en nuestra alimentación. Cada comunidad autónoma se distingue por producir y ofrecer sus mejores productos.
De Galicia destaca su marisco, que se puede acompañar con una buena sidra asturiana. El pescado también es bueno de Cantabria, pero aquí se encuentra la mejor industria conservera de pescado de España. Si viajamos a Euskadi no podemos dejar de probar su típico bacalao después de degustar su diversidad y calidad de pinchos, además de platos de los mejores chefs de España, que se encuentran en esta tierra. Los espárragos de Navarra tienen fama propia y si los acompañamos de un buen vino tinto crianza de La Rioja su fama aumentará. Aragón surte a España de los mejores frutos secos, embutidos y el Jamón de Teruel con D.O. En Cataluña se vive toda una cultura alrededor de las monas y dulces de pascua y en el valle del Ebro se cultiva gran diversidad de frutales. Valencia es la cuna de la paella y la horchata y nos endulza el paladar con sus buenas naranjas. Murcia se caracteriza por su producción de productos hortícolas, conociéndose esta región junto a Almería como la huerta de Europa. Los olivareros de Andalucía poseen el mayor cultivo de olivo del mundo y el mejor aceite de oliva que se puede producir. Nadie que viaje a Extremadura se debe marchar sin probar su jamón de bellota, alimentado de las mejores dehesas de España. Mundialmente conocido por su calidad es el plátano de Canarias. Otra fruta con fama son las fresas de Aranjuez que se pueden degustar después de comer la carne de caza de la sierra de Madrid: gamo, corzo, ciervo… La gente de Castilla y León sabe cocinar como nadie guisos para combatir el frío del invierno utilizando las legumbres cosechadas en esta tierra. Las Islas Baleares gastronómicamente son conocidas por su sobrasada y sus ensaimadas.
¿Y qué producto típico mi tierra, Castilla-La Mancha, incluyo en esta lista? Pues no se me ocurre destacar ninguno porque hay varios que son dignos de mención. La carne y el queso del cordero manchego son únicos por su calidad, el ajo morado de las Pedroñeras, el Azafrán, la miel de la Alcarria, las berenjenas de Almagro, el vino de La Mancha y Valdepeñas,…. Todos estos productos de fama mundial también son la base de estupendos platos típicos de comida manchegos.
Como se aprecia, España es un país rico en diversidad y calidad de alimentos, por lo que no nos hace falta depender de la llamada dieta mediterránea para dar a conocer nuestros productos, sino que se puede decir que tenemos una buenísima dieta española. Primero dentro de nuestras fronteras y después fuera de ellas tenemos que defender todos estos productos y estar orgullosos de ellos.
He escuchado ya varias veces que dentro de unos pocos años, la principal causa de fallecimientos en el mundo van a ser enfermedades con origen en situaciones de estrés que van a dar lugar desde depresiones a suicidios. Y desde un punto de vista cronológico esta idea no parece muy descabellada, puesto que el modo de vida en las persona ha cambiado mucho en apenas unos pocos años.
La mayoría de los cambios en la naturaleza se producen de forma muy lenta. Los seres vivos a los que les afecta estos cambios se van adaptando muy poco a poco a la nueva situación, cambiando su comportamiento e incluso morfología. Las personas, como parte de la naturaleza, también necesitamos un cierto periodo de adaptación, sobre todo a las nuevas formas de vida que se presentan y evolucionan rápidamente, cosa que se ha hecho mas visible durante el siglo pasado y este.
Los seres humanos de países desarrollados hemos pasado de vivir de una sociedad prácticamente de subsistencia a una sociedad muy pendiente de la economía y del bienestar en apenas unas décadas. Pero el bienestar que decimos tener ahora es en su gran mayoría un bienestar material, ya que en casi todas las actividades que realizamos hoy tiene gran importancia el aspecto económico, aspecto que se agrava gracias también a la actual crisis económica que vivimos.
Vivimos en una sociedad en la que la meta de una gran parte de los individuos es lograr vivir en una situación personal económicamente muy holgada. Casi todo lo que se hace es pensando en lograr el mayor dinero posible para así poder alcanzar las máximas metas materiales posibles. Esta situación creo que es la principal causante del estrés en el mundo en el que vivimos. Que todo el mundo busque lo mismo en una sociedad es algo prácticamente insostenible y la fuerte competencia que se produce lleva a las personas a no disfrutar de lo que se tiene por el hecho de querer tener lo que no se puede.
Actualmente hay muy poca gente joven o en edad activa de trabajar que tenga una vida sosegada. Mucha gente se queja del estrés que sufre cuando forma una familia, del trabajo que cuesta sacar un hijo adelante mientras ambos padres trabajan. Hasta hace unos años las familias españolas salían adelante con un puñado de hijos a los que alimentar y la palabra estrés no entraba su diccionario.
Con todo esto, llego a la conclusión de que muchas veces la gente vive en una situación de estrés continuo por querer tener mas de lo que puede o por querer hacer mas cosas que el tiempo que se tiene. Merece la pena rebajar un poco nuestras expectativas y tener una mayor calidad de vida viviendo de forma mas tranquila y organizada y apreciando lo que tenemos y por supuesto, sin estar en una constate lucha contra el reloj por tener una ambición desmesurada.
Disfruten de la vida que son dos días… y uno lo pasamos durmiendo.
Lo que debería ser un motivo de satisfacción y alegría se convierte en algo poco alentador y deprimente. Esto sucede a la hora de recoger las cosechas del campo en España. La recolección del trabajo de los agricultores es la recompensa a meses o todo un año de trabajo. Y debería ser algo satisfactorio recoger el beneficio cosechado, pero a día de hoy es lo contrario.
Este hecho se debe a que la mayoría de los precios de los productos agrícolas en origen (lo que recibe el agricultor) está en valores de hace 20 o 30 años y apenas se cubren con este precio los gastos de elaboración. El agricultor realiza una constante mejora en productividad y calidad de sus productos pero el precio que recibe por ellos donde más se mueve es a la baja.
Esta situación se ve claramente estos días en la recogida de uva en la Mancha, donde los productores de uva están llevando su producto vendimiado a las bodegas sin saber lo que van a cobrar por él. Y el que lo hace sabiendo lo que va a cobrar lo va a hacer con unos precios bajísimos. Creo que esta situación de desamparo al productor sólo ocurre en el sector agrícola.
Y esta situación tan preocupante para el agricultor se debe a los márgenes especulativos que se le permiten a los comerciales. Parece que las leyes actuales protegen más a los intermediarios que a los productores, que además se apoyan en la globalización del mercado para jugar con los precios a su antojo.
Diferentes gobiernos y leyes han intentado mejorar la renta de los agricultores, pero esto sólo se ha conseguido hacer por medio de subvenciones. La mayoría de agricultores no quieren vivir de subvenciones, sino de un beneficio real y directo de sus productos. Por tanto, las mejoras en las leyes agrícolas no deberían ir en buscar cada vez más dinero para subvenciones, su misión debería ser la de proteger al agricultor y el precio en origen de sus productos, asegurando una mínima rentabilidad y exigiendo a cambio calidad.
El campo todavía es un sector con futuro en este país si se apoya y se trata bien desde las diferentes Administraciones. La agricultura es un sector donde se necesitan muchos puestos de trabajo, alrededor se crean muchas empresas paralelas y dinamiza muchas zonas rurales. Y creo que esto a España le vendría muy bien ahora mismo.
El mundo cristiano se encuentra en estos días inmerso en las Jornadas Mundiales de la Juventud que se celebran en Madrid. Estas jornadas no solo son un acontecimiento donde miles de jóvenes de todo el mundo se concentran con El Papa, si no que son unos días de convivencia entre jóvenes de todo el mundo para afianzar y hacer crecer su fé en su religión.
En estas fechas donde la mayoría de noticias relacionadas con los jóvenes están relacionadas con disturbios, problemas de convivencia con la sociedad los fines de semana, alta tasa de paro, problemas para encontrar vivienda..... y otras cosas igual de desagradables, me es grato ver que las noticias de la JMJ se caracterizan por el buen ambiente que se respira en la juventud que participa en estas jornadas.
No obstante, existen personas que se están manifestando claramente en contra de la visita del Papa y de la celebración de estas jornadas con la excusa de que conllevan un gran gasto de dinero público. Pues bien, toda la financiación de estas jornadas es a cargo de la Iglesia, patrocinadores y propios peregrinos, por lo que el único gasto público es en seguridad y limpieza, pero este gasto se hace ante cualquier movilización de gente como manifestaciones o a los "indignados" que acamparon en Sol.
Esta gente se escuda en un gasto de dinero público para protestar contra el libre ejercicio de la religión. Un ejercicio que va a dejar en España una gran cantidad de dinero, que falta hace conforme está últimamente la economía. Los anti JMJ no ven cosas como esto sino que se apoyan en todo lo contrario.
Mis mejores deseos a los jóvenes que participen en la JMJ y que den una imagen de que aún existe una juventud sana, amable y con miras de futuro, imagen que hace falta que demos desde cualquier ámbito posible.
Desde hace unos pocos años venimos viendo que el sector del automóvil está desarrollando importantes cambios de cara a la energía a utilizar en el futuro cuando las reservas petrolíferas se den por agotadas, hecho cuya fecha parece bastante incierta. Tras el fracaso de los biocombustibles, las principales marcas están optando muy seriamente por el motor eléctrico a largo plazo y a corto y medio plazo la hibridación de estos con motores de combustión.
Un dato poco alentador a estos proyectos es que se prevee que en 2020 el 80% de los vehículos que circulen por nuestras carreteras serán de motores de gasóleo y gasolina. Por eso las marcas no solo piensan en la electrificación del automóvil de cara al futuro, sino que también invierten en conseguir importantes ahorros de combustible en los actuales coches utilizando diferentes tecnología como sistemas Star-Stop, mejoras aerodinámicas,....
Pero parece que todas la marcas ven la solución al futuro en los coches eléctricos, apostando fuerte en desarrollar estas tecnologías cuanto antes, sin que todavía nadie se pregunte si la oferta a la demanda eléctrica sería suficiente para abastecer a los nuevos vehículos. No obstante, hay una marca automovilística que parece desmarcarse de esta tendencia de todas los demás fabricantes, este es el caso de Mazda.
La marca japonesa, para el desarrollo de sus futuros vehículos se ha olvidado de utilizar nuevas formas energéticas y ha decidido firmemente apostar por mejorar lo que se tiene. Partiendo de la base de que el rendimiento de los motores de combustión actuales tienen un rendimiento aproximado del 30 %, Mazda se ha propuesto aumentar este rendimiento, y por tanto aumentar las prestaciones de estos motores, eso sí, consiguiendo una considerable reducción del consumo de gasóleo o gasolina. A este innovador proyecto lo han denominado con el nombre de Skyactiv y el futuro modelo CX-5 (a la venta en 2012) será el precursor de esta tecnología.
¿Y cómo consigue Mazda sus objetivos del programa de ahorro Skyactiv? Pues aplicando pequeños y lógicos cambios en prácticamente todos los elementos del vehículo.
-Se aumenta el rendimiento energético de los motores construyéndolos con materiales mas compactos y ligeros y logrando relaciones de compresión elevadas (14:1). Esto provoca un mayor aprovechamiento del combustible y una mayor entrega de par o fuerza del motor.
- Diseñando las nuevas carrocerías con materiales mas ligeros y resistentes que aminoran el peso hasta 100 kg por vehículo.
- Rediseñando elementos del chasis para lograr una reducción del peso de sus componentes, como la dirección o la amortiguación.
- Mejorando las cajas de cambio, tanto manual como automática, haciéndolas mas suaves, rápidas y menos pesadas y con menor fricción entre sus componentes.
Estos son los pilares básicos en los que se apoya el futuro de Mazda a la hora de mejorar la eficiencia de los vehículos. Esta marca se aleja de los proyectos de los demás fabricantes al apostar por mejorar lo que se tiene antes que decantarse por nuevas tecnologías, como la eléctrica, que aunque está muy desarrollada y parece la solución a largo plazo aún tiene varios interrogantes: autonomía de las baterías, abastecimiento, fiabilidad,....
La verdad es que la literatura no es una de mis grandes aficiones, pero si lo es la música. Pero a través de la música he descubierto grandes poemas. Tanto la literatura como la música son artes, pero si se produce la mezcla de ambas disciplinas el resultado puede ser una gozada para los oídos. Diversos y muy variados estilos de música han puesto corcheas y pentagramas a poemas de diversas épocas y estilos.
PEQUEÑO VALS VIENÉS
Letra: Federico Garcia Lorca
Música: Enrique Morente y Lagartija Nick
En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.
Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.
Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.
En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos.
Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.
¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".
El ciclismo ha sido para mí una de las aficiones que mas alegría me ha dado. Hasta ahora he visto a ciclistas españoles ganar todo lo que se podía ganar en este deporte y he tenido la fortuna de poder disfrutar de una salida de una etapa de la Vuelta a España prácticamente desde dentro del pelotón.
El deporte de la bicicleta es único. Se ve como en ningún otro la conjunción del trabajo en equipo y el esfuerzo y sacrificio individual de los corredores. También da la oportunidad a los aficionados de disfrutar de los paisajes mas bellos de la geografía donde se disputan las carreras. También considero el ciclismo como el deporte mas cercano al público. Esto último se aprecia cuando numeroso público arropa e incluso llega a tocar a los ciclistas sobre todo en subidas a puertos de montaña. Hasta aquí lo bonito.
La gran lacra que tiene este deporte es el dopaje. Pero además de esto, que es de mucha gravedad, creo que peor aún es la gestión que llevan a cabo las autoridades del ciclismo cuando es descubierto un caso de dopaje. La conjunción de estos dos factores hace que cada vez el ciclismo tenga menos credibilidad y sea cada vez mas dificultoso dar un paso para relanzar el buen nombre de este deporte.
El ciclista que se dopa y sus cómplices están engañando a toda la afición que sigue este deporte, además de faltar al respeto y manchar el nombre de un deporte, y por tanto, de los demás ciclistas. En estos años he podido presenciar carreras que han sido protagonizadas por actuaciones realmente épicaspor parte de algunos ciclistas y que me han tenido pegado a la tele toda una tarde. En algunos casos, que no voy a citar por ser de sobra conocidos, semanas o meses después de esa emocionante carrera que aún recordaban mis retinas, salía a la luz el positivo en sustancias prohibidas del corredor protagonista de ese dia. Después de escuchar este tipo de noticias la sensación que te queda es la de haber visto en televisión una gran mentira. Una mentira que llegabas a admirar y con la que has pasado y perdido horas delante de la tele o al lado de una radio.
Pero, por desgracia, el dopaje existe en la mayoría de deportes pero a ninguno le ha hecho tanto daño como al ciclismo. Esta claro que los principales responsables del daño que el dopaje hace al ciclismo son los ciclistas que hacen trampa y demás personas internas del mundo del ciclismo que consienten o no denuncian estos hechos. Lo que ayuda también poco es la gestión que se hace por parte de los organismos del ciclismo cuando se descubre un caso de dopaje. Esta gestión se caracteriza por el ocultismo en sus acciones, tardanza en conclusiones y sanciones y por no marcar unas líneas claras entre lo ilegal y lo legal. Estos hechos dañan mas al ciclismo desde los despachos y laboratorios y crean en los aficionados y la opinión general una sensación de caos y descontrol de la situación, que da como resultado la desconfianza total en la gestión de los casos de dopaje.
Siempre he sido aficionado al ciclismo y lo he defendido y alabado incluso desde este espacio, pero desde hace un tiempo y debido a la concurrencia de varios hechos que tienen relación con lo expuesto hasta aquí, mi visión hacia este deporte ha cambiado mucho. Confío en que existen una mayoría de corredores, técnicos y demás gente del ciclismo limpios que les toca el difícil papel de devolver la credibilidad a este gran deporte.
Mi distinta y nueva visión del ciclismo me lleva a preguntarme: ¿merece la pena seguir un deporte en el cuál lo que veas y disfrutes, pasado cierto tiempo se puede demostrar que fue una mentira? A día de hoy creo que no lo merece.
En los últimos años las ciudades españolas han visto incrementado su flujo de tráfico rodado. Parece ser que las rotondas, glorietas o plazas de circulación giratoria son los elementos mas eficaces a la hora de dar fluidez al tráfico y así evitar atascos en cruces conflictivos, incorporaciones a otras vías, entradas a municipios,...
Este parece el motivo por el cuál hemos visto incrementado el número de rotondas en nuestras ciudades y carreteras. En algunos lugares este incremento ha sido enorme. Y digo parece porque prácticamente cada vez que se construye una nueva rotonda vemos como se decora como si se tratara de un museo al aire libre. En las nuevas obras de rotondas vemos como se dedica mas tiempo a decorar el dichoso circulo que a construirlo. Entonces el verdadero motivo de construir una rotonda parece ser el de decorar la ciudad.
En tiempos de dificultades económicas se debería ser mucho mas práctico y eficiente y no intentar poner un museo, un parque botánico o una fuente que parece una piscina olímpica encima de cada rotonda. Además a los diseñadores de este arte tan redondo hay veces que les dan ataques de Arte Contemporáneo y el resultado resulta una mezcla de un Picasso dentro una plaza de toros.
El subjetivo y opinable embellecimiento que ofrecen las rotondas nuevas o remodeladas se ve contrapuesto por el alto coste económico que en muchos casos conlleva su ejecución y que es prácticamente imposible el acceso a las rotondas para apreciar o disfrutar de la susodicha construcción.
Con esta opinión no quiero apoyar la idea de que el interior de las rotondas se quede como si fuera un barbecho, lo que si opino es que su adecentamiento debe estar marcado por la practicidad, el menor coste económico posible y una decoración que no llegue a ser extravagante o cutre o subrrealista.
Según el diccionario, un vergel es un huerto, jardín o lugar con gran abundancia y variedad de flores y árboles frutales. Un ejemplo de lo que es un vergel puede ser la huerta española, especialmente el sureste peninsular, y en general toda la agricultura española con respecto al resto de Europa.
Tres palabras mas abajo de vergel encuentro en el diccionario la definición de vergonzoso, en cuya definición podría aparecer perfectamente la actitud de las autoridades alemanas y europeas que han tenido con la huerta española debido a la llamada crisis del pepino.
Gracias a que España es el país europeo que mas al sur se encuentra, se convierte en el principal suministrador de productos agrícolas al resto de Europa. Las temperaturas, la iluminación solar y el suelo español, junto al buen hacer de nuestros agricultores sitúan a los productos del campo españoles como los mejores dentro del viejo continente, y prácticamente en el mundo entero.
Y como en España se conoce el potencial e importancia que tiene su agricultura y sus productos agrícolas no cabe duda que se hace todo lo posible para garantizar su calidad y sanidad. No es lógico que se escatime dinero en controles de productos que dan trabajo y son fuente de subsistencia para comarcas enteras y miles de familias. Además, la agricultura y en especial la huerta, generan gran cantidad de actividad económica en sectores indirectos como el transporte, venta de fertilizantes, maquinarias,comerciales,... Por esto, dudar de los controles realizados en España a los productos exportados y vendidos en el interior es algo fuera de toda lógica.
Por todo ello, es bastante improbable por no decir imposible, que los productos agrícolas españoles sean los causantes de una grave infección alimentaria, aunque esta también puede producirse en el posterior manejo del producto. No obstante, este último hecho no compete a los agricultores, pero si les afectan sus consecuencias. Debido a esta circunstancia, es necesario una indemnización que cubra todos las pérdidas para el agricultor, que ve como su cosecha está sin salida al mercado por un hecho cuya responsabilidad no se ha demostrado que sea suya.
Por todo lo dicho, confío plenamente en la calidad e higiene de los productos del campo español y deseo que los responsables de destruir el mercado hortofrutícola español sin pruebas asuman las consecuencias por los gravísimos hechos que han ocasionado.
Ahora que los ciudadanos hemos elegido a nuestros representantes y a la vez gobernantes en Ayuntamientos y varias Comunidades Autónomas es cuando estos políticos deben dedicar su labor íntegramente al trabajo en busca del beneficio de la población.
A partir de ahora los ciudadanos no queremos más propuestas electoralista, ni mas difamaciones al oponente político, lo único que queremos es el trabajo conjunto de todos los elegidos por votación para paliar los efectos de esta crisis económica y social que vivimos y que podamos salir cuanto antes de ella.
Los nuevos representantes locales y autonómicos no deben estar influidos en su trabajo por las futuras elecciones generales. Si durante los próximos meses dedican más tiempo a empezar una nueva campaña electoral que a trabajar por el pueblo, han estado engañando claramente a los electores.
La clase política no debe ver su labor como una profesión, sino como un servicio a la comunidad. En su tarea debe prevalecer el servicio a la ciudadanía ante sus intereses personales. Si el objetivo de una persona que se mete en política es el ascenso personal, se está aprovechando de la confianza que le otorga el pueblo para lograr sus metas. En el momento en el que se produzca un ascenso político debe ser como reconocimiento a los servicios prestados a la población.
Y como la política es un servicio a la comunidad, para desarrollar esta labor hay que conocer muy bien el ámbito donde y para el cual se va a trabajar. Hoy es algo imprescindible tener cierta experiencia práctica y real sobre los aspectos sobre los cuales se quiere gobernar.
La tarea política también debe tener unos márgenes en el tiempo. Al ser esta un servicio y no una profesión hay que ver la política como algo temporal en la vida de las personas, por muy aptas que sean para su desempeño. Este hecho traerá consigo una constante regeneración de la clase política y de las ideas y formas de gobierno.