sábado, 23 de julio de 2011

EL FUTURO ES LA EFICIENCIA

   Desde hace unos pocos años venimos viendo que el sector del automóvil está desarrollando importantes cambios de cara a la energía a utilizar en el futuro cuando las reservas petrolíferas se den por agotadas, hecho cuya fecha parece bastante incierta. Tras el fracaso de los biocombustibles, las principales marcas están optando muy seriamente por el motor eléctrico a largo plazo y a corto y medio plazo la hibridación de estos con motores de combustión.

     Un dato poco alentador a estos proyectos es que se prevee que en 2020 el 80% de los vehículos que circulen por nuestras carreteras serán de motores de gasóleo y gasolina. Por eso las marcas no solo piensan en la electrificación del automóvil de cara al futuro, sino que también invierten en conseguir importantes ahorros de combustible en los actuales coches utilizando diferentes tecnología como sistemas Star-Stop, mejoras aerodinámicas,....

     Pero parece que todas la marcas ven la solución al futuro en los coches eléctricos, apostando fuerte en desarrollar estas tecnologías cuanto antes, sin que todavía nadie se pregunte si la oferta a la demanda eléctrica sería suficiente para abastecer a los nuevos vehículos. No obstante, hay una marca automovilística que parece desmarcarse de esta tendencia de todas los demás fabricantes, este es el  caso de Mazda.

     La marca japonesa, para el desarrollo de sus futuros vehículos se ha olvidado de utilizar nuevas formas energéticas y ha decidido firmemente apostar por mejorar lo que se tiene. Partiendo de la base de que el rendimiento de los motores de combustión actuales tienen un rendimiento aproximado del 30 %, Mazda se ha propuesto aumentar este rendimiento, y por tanto aumentar las prestaciones de estos motores, eso sí, consiguiendo una considerable reducción del consumo de gasóleo o gasolina. A este innovador proyecto lo han denominado con el nombre de Skyactiv y el futuro modelo CX-5 (a la venta en 2012) será el precursor de esta tecnología.

    
 ¿Y cómo consigue Mazda sus objetivos del programa de ahorro Skyactiv? Pues aplicando pequeños y lógicos cambios en prácticamente todos los elementos del vehículo. 

     -Se aumenta el rendimiento energético de los motores construyéndolos con materiales mas compactos y ligeros y logrando relaciones de compresión elevadas (14:1). Esto provoca un mayor aprovechamiento del combustible y una mayor entrega de par o fuerza del motor. 


     - Diseñando las nuevas carrocerías con materiales mas ligeros y resistentes que aminoran el peso hasta 100 kg por vehículo.


     
- Rediseñando elementos del chasis para lograr una reducción del peso de sus componentes, como la dirección o la amortiguación.

     - Mejorando las cajas de cambio, tanto manual como automática, haciéndolas mas suaves, rápidas y menos pesadas y con menor fricción entre sus componentes.

     Estos son los pilares básicos en los que se apoya el futuro de Mazda a la hora de mejorar la eficiencia de los vehículos. Esta marca se aleja de los proyectos de los demás fabricantes al apostar por mejorar lo que se tiene antes que decantarse por nuevas tecnologías, como la eléctrica, que aunque está muy desarrollada y parece la solución a largo plazo aún tiene varios interrogantes: autonomía de las baterías, abastecimiento, fiabilidad,....
     



     

martes, 12 de julio de 2011

VERSOS enCANTADOS

   
     La verdad es que la literatura no es una de mis grandes aficiones, pero si lo es la música. Pero a través de la música he descubierto grandes poemas. Tanto la literatura como la música son artes, pero si se produce la mezcla de ambas disciplinas el resultado puede ser una gozada para los oídos. Diversos y muy variados estilos de música han puesto corcheas y pentagramas a poemas de diversas épocas y estilos.

                                 PEQUEÑO VALS VIENÉS
Letra: Federico Garcia Lorca
Música: Enrique Morente y Lagartija Nick




En Viena hay diez muchachas,
un hombro donde solloza la muerte
y un bosque de palomas disecadas.
Hay un fragmento de la mañana
en el museo de la escarcha.
Hay un salón con mil ventanas.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals con la boca cerrada.


Este vals, este vals, este vals, este vals,
de sí, de muerte y de coñac
que moja su cola en el mar.


Te quiero, te quiero, te quiero,
con la butaca y el libro muerto,
por el melancólico pasillo,
en el oscuro desván del lirio,
en nuestra cama de la luna
y en la danza que sueña la tortuga.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals de quebrada cintura.


En Viena hay cuatro espejos
donde juegan tu boca y los ecos.
Hay una muerte para piano
que pinta de azul a los muchachos.
Hay mendigos por los tejados,
hay frescas guirnaldas de llanto.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals que se muere en mis brazos. 


Porque te quiero, te quiero, amor mío,
en el desván donde juegan los niños,
soñando viejas luces de Hungría
por los rumores de la tarde tibia,
viendo ovejas y lirios de nieve
por el silencio oscuro de tu frente.


¡Ay, ay, ay, ay!
Toma este vals, este vals del "Te quiero siempre".


En Viena bailaré contigo
con un disfraz que tenga
cabeza de río.
¡Mira qué orillas tengo de jacintos!
Dejaré mi boca entre tus piernas,
mi alma en fotografías y azucenas,
y en las ondas oscuras de tu andar
quiero, amor mío, amor mío, dejar,
violín y sepulcro, las cintas del vals.


CANCIÓN DEL PIRATA
Letra: José de Espronceda
Música: Tierra Santa



Con diez cañones por banda,
viento en popa a toda vela,
no corta el mar, sino vuela,
un velero bergantín;
bajel pirata que llaman
por su bravura el Temido
en todo el mar conocido
del uno al otro confín.
La luna en el mar riela,
en la lona gime el viento
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y ve el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
Y allá a su frente Estambul:
-Navega, velero mío,
sin temor
que ni enemigo navío,
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.
Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Allá muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra,
que yo tengo aquí por mío
cuanto abarca el mar bravío
a quien nadie impuso leyes.
Y no hay playa
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pecho
a mi valor
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
A la voz de ¡barco viene!,
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar:
que yo soy el rey del mar
y mi furia es de temer.
En las presas
yo divido
lo cogido
por igual:
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río:
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena
colgaré de alguna antena
quizá en su propio navío.
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di
cuando el yugo
del esclavo
como un bravo sacudí.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.
Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.
Y del trueno
al son violento,
y del viento,
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.
Que es mi barco mi tesoro,
que es mi Dios la libertad;
mi ley, la fuerza y el viento;
mi única patria, la mar.


LA AURORA DE NUEVA YORK
Letra: Federico Garcia Lorca
Música: Loquillo




La aurora de Nueva York tiene
cuatro columnas de cieno
y un huracán de negras palomas
que chapotean en las aguas podridas.

La aurora de Nueva York gime
por las inmensas escaleras
buscando entre las aristas
nardos de angustia dibujada.

La aurora llega y nadie la recibe en su boca
porque allí no hay mañana ni esperanza posible.
A veces las monedas en enjambres furiosos
taladran y devoran abandonados niños.

Los primeros que salen comprenden con sus huesos
que no habrá paraísos ni amores deshojados;
saben que van al cieno de números y leyes,
a los juegos sin arte, a sudores sin fruto.

La luz es sepultada por cadenas y ruidos
en impúdico reto de ciencia sin raíces.
Por los barrios hay gentes que vacilan insomnes
como recién salidas de un naufragio de sangre.


viernes, 1 de julio de 2011

ME BAJO DE LA BICI



   El ciclismo ha sido para mí una de las aficiones que mas alegría me ha dado. Hasta ahora he visto a ciclistas españoles ganar todo lo que se podía ganar en este deporte y he tenido la fortuna de poder disfrutar de una salida de una etapa de la Vuelta a España prácticamente desde dentro del pelotón.

     El deporte de la bicicleta es único. Se ve como en ningún otro la conjunción del trabajo en equipo y el esfuerzo y sacrificio individual de los corredores. También da la oportunidad a los aficionados de disfrutar de los paisajes mas bellos de la geografía donde se disputan las carreras. También considero el ciclismo como el deporte mas cercano al público. Esto último se aprecia cuando numeroso público arropa e incluso llega a tocar a los ciclistas sobre todo en subidas a puertos de montaña. Hasta aquí lo bonito.

     La gran lacra que tiene este deporte es el dopaje. Pero además de esto, que es de mucha gravedad, creo que peor aún es la gestión que llevan a cabo las autoridades del ciclismo cuando es descubierto un caso de dopaje. La conjunción de estos dos factores hace que cada vez el ciclismo tenga menos credibilidad y sea cada vez mas dificultoso dar un paso para relanzar el buen nombre de este deporte.

     El ciclista que se dopa y sus cómplices están engañando a toda la afición que sigue este deporte, además de faltar al respeto y manchar el nombre de un deporte, y por tanto, de los demás ciclistas. En estos años he podido presenciar carreras que han sido protagonizadas por actuaciones realmente épicas  por parte de algunos ciclistas y que me han tenido pegado a la tele toda una tarde. En algunos casos, que no voy a citar por ser de sobra conocidos, semanas o meses después de esa emocionante carrera que aún recordaban mis retinas, salía a la luz el positivo en sustancias prohibidas del corredor protagonista de ese dia. Después de escuchar este tipo de noticias la sensación que te queda es la de haber visto en televisión una gran mentira. Una mentira que llegabas a admirar y con la que has pasado y perdido horas delante de la tele o al lado de una radio.

     Pero, por desgracia, el dopaje existe en la mayoría de deportes pero a ninguno le ha hecho tanto daño como al ciclismo. Esta claro que los principales responsables del daño que el dopaje hace al ciclismo son los ciclistas que hacen trampa y demás personas internas del mundo del ciclismo que consienten o no denuncian estos hechos. Lo que ayuda también poco es la gestión que se hace por parte de los organismos del ciclismo cuando se descubre un caso de dopaje. Esta gestión se caracteriza por el ocultismo en sus acciones, tardanza en conclusiones y sanciones y por no marcar unas líneas claras entre lo ilegal y lo legal. Estos hechos dañan mas al ciclismo desde los despachos y laboratorios y crean en los aficionados y la opinión general una sensación de caos y descontrol de la situación, que da como resultado la desconfianza total en la gestión de los casos de dopaje.

     Siempre he sido aficionado al ciclismo y lo he defendido y alabado incluso desde este espacio, pero desde hace un tiempo y debido a la concurrencia de varios hechos que tienen relación con lo expuesto hasta aquí, mi visión hacia este deporte ha cambiado mucho. Confío en que existen una mayoría de corredores, técnicos y demás gente del ciclismo limpios que les toca el difícil papel de devolver la credibilidad a este gran deporte.

     Mi distinta y nueva visión del ciclismo me lleva a preguntarme: ¿merece la pena seguir un deporte en el cuál lo que veas y disfrutes, pasado cierto tiempo se puede demostrar que fue una mentira? A día de hoy creo que no lo merece.