lunes, 12 de marzo de 2012

LA IN-GESTIÓN HÍDRICA

     
      Es evidente que España tiene un clima árido o semiárido. Esto significa que en el balance anual presenta un déficit de precipitaciones. A esto lo acompaña el reparto muy desigual de las lluvias a lo largo de año y el hecho de que existen años o ciclos de años de importante sequía. Como en este país, debido a su clima, el asunto del agua parece un grave problema es normal que existan políticas y medidas para hacer una correcta gestión de los recursos hídricos, pero en la realidad no es así.

     No sé si será por el famoso “cambio climático” o por ciclos meteorológicos, pero durante las últimas décadas las precipitaciones en España tienen una clara tendencia a la baja. Este dato debería haber sido suficiente para poner en marcha un plan de carácter nacional para el aprovechamiento de los recursos hídricos. Pero si nos damos cuenta, las principales obras hidráulicas, como embalses o trasvases, se realizaron hace unos 50 años o mas. Hoy en día parece que los políticos y gobernantes prefieren invertir el dinero de todos en obras con mas publicidad, donde poner una placa con su nombre y hacerse la foto, como es el caso de carreteras, auditorios, aeropuertos,…. que invertir en garantizar el suministro de agua a poblaciones, industrias y agricultura.

     
     Si queremos evitar que unos años de sequía arruinen sectores económicos importantes es de urgente necesidad realizar nuevas reservas de agua superficiales, una ley mas equitativa, global y real sobre la explotación de acuíferos, trasvases de zonas donde sobre realmente agua a donde realmente se necesite, mejora de desagües de ríos, modernización de regadíos,…. Pero parece que todo esto no interesa hacerlo, debido en parte a los intereses propios de comunidades autónomas o partidos políticos. Para evitar esto, la gestión hídrica debe ser competencia exclusiva del Estado y no dejarse llevar en sus decisiones por otras cosas que no sea la de garantizar agua para todos.

     España es un país donde no sobra el agua, pero creo que con una buena gestión, acompañada de un uso responsable, se puede asegurar su suministro para los diferentes sectores que la necesitan. No es normal que en poco menos de dos años, veamos una zona inundada y poco después veamos como esa misma zona sufre los daños de la sequía.

     Aunque ahora es difícil invertir en infraestructuras para solucionar estos problemas, es algo que debe ser prioritario a corto plazo. En los llamados años de bonanza económica se debería haber aprovechado la subvención europea al Plan Hidrológico Nacional de 2004 y haber puesto en marcha soluciones al problema del agua. Como en su momento no se hicieron las cosas bien, ahora toca solucionar los problemas con parches, como desalinizadoras o trasvases de emergencia y eso maquilla pero no asegura la disponibilidad de algo tan preciado y necesario como el agua.