martes, 24 de julio de 2012

LA LLAMA MEDITERRÁNEA

   
     El clima que existe en España es muy propicio a la aparición de incendios forestales en verano, debido a que en los meses estivales existe en el suelo un déficit de humedad importante. Esta falta de humedad en  lugares de frondosa vegetación puede llegar a causar grandes incendios casi instantáneos y muy difíciles de controlar y extinguir por el ser humano. La mayoría de estos incendios que ocurren en verano son provocados, por lo que evitarlos es difícil, puesto que controlar a un pirómano que conoce bien la zona en la que actúe es casi imposible.

     Aunque sea difícil evitar estos desastrosos incendios, creo que es mas sencillo paliar sus efectos. Estamos equivocados cuando pensamos que un monte mediterráneo se encuentra libre de peligro de incendio por el simple hecho de limitar la actividad humana dentro de él. Muchos ecologistas equivocados han logrado inculcar esta idea en mucha gente. Actividades llevadas a cabo por el hombre tales como el pastoreo, la tala controlada, la recogida de leña, creación de caminos y cortafuegos,.... son la mejor herramienta para evitar los daños de los grandes incendios forestales que cada vez vemos mas en nuestros montes.

     Disponer de unos buenos medios de extinción también resulta imprescindible para evitar el daño de un incendio forestal, pero estas acciones que se llevan en el monte y evitan la rápida propagación de los fuegos tienen menos coste, además de generar cierta actividad económica y riqueza en comarcas rurales.

     La mal gestionada sobreprotección del monte mediterráneo puede ser su peor enemigo en el caso de producirse un gran incendio.