Internet, redes sociales, radio, televisión, prensa escrita,… Hoy son muchos los canales de información a través de los cuáles conocemos las noticias y sucesos que ocurren en todo el mundo prácticamente a tiempo real. Estamos en la era en la que resulta mas fácil hacer fluir la comunicación y que llegue al mayor número de personas posibles. Esto se debe a los últimos avances tecnológicos, casi impensables hace pocas décadas.
La difusión que
tiene cualquier noticia también se debe al trato que de ella hacen los mismos
que la reciben, compartiéndola con sus conocidos, comentándola en redes
sociales o foros,… A mayor difusión entre personas y a mayor número de
comentarios sobre dicha noticia de gente anónima, esta va engordando y
creciendo y así podemos hacer que una pequeña noticia o anécdota se convierta
en algo conocido por la mayoría de usuarios de cierto canal de información.
Debido a esto nos
encontramos a diario como, debido principalmente al fenómeno Twitter, cualquier
hecho aislado o pequeño acontecimiento se puede convertir en una noticia a
nivel nacional o incluso internacional y causar un gran impacto mediático en la
población gracias a la gran difusión que ha tenido dicho acontecimiento o
noticia. Esto lleva a muchas personas creer que cualquier cosa que se publique
en internet y redes sociales es algo verídico y equivalente a la información
que pueden aportar periodistas en medios de comunicación reconocidos como tal.
La gran
repercusión que consiguen algunas informaciones hace tapar o relegar a otras,
que no consiguen llegar al público aunque sean más trascendentales y merezcan
mas esa repercusión que las noticias mas comentadas o difundidas en ese tiempo.
Con esto, podemos llegar a situaciones donde todo el mundo, por ejemplo, es
conocedor de un descuido personal de un personaje famoso y desconoce la fecha
de unas próximas elecciones o el avance de una importante investigación
científica.
Para no crear
una sociedad en la que la cultura solo esté en internet y las redes sociales
hay que conseguir una utilización lo mas responsable y coherente posible de los
nuevos canales de información, intentando verificar cualquier noticias que nos
llegue antes de compartirla y comentarla y educando a los más jóvenes sobre el
uso beneficioso y positivo de las nuevas tecnologías como fuente de
comunicación e información.