Respecto a lo profesional, creo que los estudios conocidos hasta Bachillerato se pueden comparar gráficamente con el perfil de una etapa de alta montaña de ciclismo.
En estas etapas el final es un puerto de montaña durísimo, que se corresponde con el final de los estudios de Bachillerato. En esta subida el pelotón se suele romper, pero realmente lo que importa es llegar, superar el último puerto, sea cual sea la posición donde se llegue e intentando dar lo máximo de nosotros y no utilizando trampas, que en el caso de los ciclistas seria el dopaje y en el de los estudiantes todos sabemos cuáles son esas trampas. Es una prueba de resistencia individual donde lo más difícil es saber aguantar y no abandonar antes de llegar a la tan ansiada meta.
Respecto al ámbito personal, hemos convivido conjuntamente con una misma generación, con sus cosas buenas y malas, pero es a la generación con la que nos hemos acostumbrado a convivir. También hemos tratado con bastantes profesores. Siempre recordaremos a algunos más que a otros, tanto por lo bueno como por lo malo, pero siempre habrá unos pocos que se recuerden en especial por su buen hacer en la labor y en el trato.
Cuando finaliza algo no es muy aconsejable ponerse melancólico, pero ¿quién no ha querido hacer algo que al final no ha hecho? En definitiva, aunque sea muy difícil no ponerse a pensar en esto, recordemos los buenos momentos vividos y que los malos nos sean útiles para mejorar el futuro.
Suerte, ánimo y que sepamos elegir el mejor camino en este incierto futuro.