viernes, 22 de febrero de 2013

CASAS DE CAMPO


     
     Hoy en día, la mayoría de veces que se habla de las casas de campo o rurales se relacionan con el turismo rural, que es una modalidad turística de interior que ha tenido mucho auge en los últimos años. Pero hasta hace algunos años, la función de las casas de campo era la de servir de vivienda y almacén para realizar labores agrícolas y ganaderas, debido a la falta de medios existentes para desplazarse a diario a las fincas agrícolas. Con la llegada al campo de mejores tecnología, vías de comunicación y medios de transporte, las casas de campo dejaron de tener tanta importancia a la hora de realizar labores agrícolas y muchas casas se adaptaron para ofrecer servicios turísticos.

Quinteria o agrupación de casas de campo
   
 La construcción de las casas de campo se realizaba de forma muy artesanal, aprovechando materiales de la zona y con grandes esfuerzos de mano de obra al no disponer prácticamente de herramientas ni tecnología de la que se usa hoy en día. Se debía construir una casa que sirviera para el alojamiento de personas durante largos periodos de tiempo, también de animales, generalmente mulas y bueyes, y de almacén. El fuego era un elemento imprescindible para aguantar los rigores del invierno. Alrededor de él se disponían los denominados “poyos” que servían tanto de cama, de estante, de asiento,.. Las gruesas tapias de tierra y piedra y la ausencia de grandes ventanas también servían para aislar de frio. La colocación de la puerta con orientación sur evitaba la entrada de aires del norte y que quedara taponada por heladas o nieves. Cuanto mas lejos de un núcleo de población se situaba una casa de campo, de mayor tamaño era, puesto que era mas complicado el trasiego de personas y herramientas al pueblo. Incluso existían grandes agrupaciones de casas de campo que eran como pequeños pueblos, que tenían hasta su propio horno de pan, y que eran llamados quinterías.

Casa de campo con paredes de piedra

     La generalización del uso de coches y tractores y la mejora de los caminos rurales y carreteras hizo que no existiera ya un uso continuado de estas casas, sino que mas bien sólo sirvan de almacén temporal o tengan un uso diario puntual para el almuerzo, comida o descanso de los trabajadores agrícolas. Esto ha supuesto un abandono y consiguiente desaparición de la mayoría de las casas de campo. La dejadez de sus propietarios y las particiones de fincas han hecho que muchas de estas casas, levantadas con gran esfuerzo de nuestros antepasados, se vean en estado de derrumbe por nuestros campos. Su conservación no es excesivamente costosa pero es necesaria que sea constante debido a su exposición a las inclemencias climáticas.


Bombo. Construcción circular a base de piedras.

     Esta falta de conservación provoca que se pierda un patrimonio, en algunos casos centenarios, de los medios rurales. Estas construcciones, que hoy ya no se fabrican ni con el mismo procedimiento ni con los mismo materiales, deberían estar mejor conservadas por sus propietarios, no solo como forma de conservar algo único del pasado, sino también porque hoy pueden tener cierta utilidad, aunque mucha menos que en el pasado. A día de hoy muchas casas de campo están en estado ruinoso o desaparecidas, pocas se conservan en buenas condiciones y otras han sido remodeladas y adaptadas a nuevos usos (casetas de riego, almacén,…)
Casa de campo restaurada junto a otra en estado de abandono.