Qué difícil que se está poniendo últimamente vivir alguno de
los aspectos que componen nuestra vida. Y creo que eso se debe a que existen
personas a nuestro alrededor, por fortuna pocas, que se creen que todo el mundo
gira alrededor de ellos.
Hay personas que
no se están dispuestas a asumir las responsabilidades y consecuencias de sus
comportamientos y actos y pretenden escudar los fallos de su soberbia
utilizando a su antojo a los demás, empleando para ello tácticas verdaderamente
maquiavélicas.
Esta gente
tampoco asume que el tiempo pasa y que, por mucho que queramos, existen
aspectos en los que es imposible volver atrás, y en su intento ciego de volver
al pasado no les importa destrozar todo lo que se ha ido construyendo
sólidamente con el tiempo.
Tampoco saben que
a veces no se puede mostrar todo lo que sentimos, para así no dañar lo
establecido y que no se puede decir lo que se piensa cuando a uno le venga en
gana y quedarse tan tranquilo. Aunque a veces nos cueste, hay ocasiones en las
que no nos queda otra salida más digna que callarnos y tragarnos lo que
pensamos.
El egocentrismo
de estos individuos que se comportan tal y como estoy diciendo les impide
pararse a reflexionar sobre ellos mismos, por lo que sus principios o valores
morales, si existen, están en el último rincón de su persona. Su comportamiento
motivado por impulsos, consecuencia de lo que les va ocurriendo dia a dia, hace
que estas personas tengan en el fondo un gran problema.
Por suerte, aún
este tipo de personas son una pequeñísima minoría, pero el daño que pueden
llegar a hacer a la sociedad que le
rodea en inmenso. Su egocentrismo, unido a su ignorancia, impiden aceptar la
crítica y la ayuda para la mejora de sus actitudes.
Que conste que lo
escrito aquí es solamente mi opinión y que no va por nadie…. y va por todos.