miércoles, 26 de enero de 2011

HACIENDO LAS COSAS DIFICILES


Sabido es por todos, o casi todos, que España es un país que actualmente se encuentra en una difícil situación económica. Esto se ve objetivamente con los numerosos estudios de mercado y estadísticas económicas que existen. Pero una grave situación económica lleva consigo una grave crisis social, que no se ve tan claramente con números y estadísticas pero si se ve en la calle, en el día a día.

La crisis social se ve representada en los parados, en las familias que tienen que hacer malabares para llegar a fin de mes, en pequeños empresarios que no pueden llegar a pagar la nómina a sus trabajadores,… y en muchos más casos que hoy en día vemos a la vuelta de cada esquina.

Tan importante es arreglar la situación económica de España como su situación social. Y lo mas lógico es que ambas soluciones se produzcan al mismo tiempo. Pero parece que los gobernantes y representantes que deben intentar dar solución a ambas situaciones no aplican mucho la lógica. Intentan buscar los tres pies al gato a la hora de buscar las tan necesarias soluciones, haciendo de algo que parece simple algo muy difícil.

Se nos quiere hacer ver e imponer esta idea: la crisis económica es la que propicia una difícil situación social, pero para arreglar la situación económica hay que castigar aún mas el ámbito social con recortes, subidas de impuestos y tasas, subida de los precios a los bienes de consumo,…

Una de las medidas antisociales que se nos quiere imponer para mejorar la situación económica es la jubilación obligatoria a los 67 años (actualmente 65). Para quién no lo sepa, la edad media de jubilación real en España se sitúa alrededor de 63 años. Este se debe principalmente a los ERES (Expedientes de Regulación de Empleo) de grandes empresas que tienen el visto bueno de gobierno y sindicatos. En estos ERES hay gente con perfectas cualidades de trabajar que se jubila con cincuenta y tantos años, mientras que otras personas se mantienen hasta los 65 años. Y en muchos de estos trabajos donde la jubilación efectiva es la legal, hay gente que con 65 años está muy castigada física o mentalmente para haber trabajado hasta esa edad.

Entonces, si se impone la jubilación a los 67 años y siguen habiendo ERES que jubilan a trabajadores en edad y condiciones de seguir trabajando, esta medida o reforma para mejorar la situación económica creo que es algo antisocial. ¿Para que queremos una mejor situación económica en España si la situación social va a ser peor?

Entre estos vaivenes se encuentran los gobernantes y representantes que tienen que pactar las reformas que saquen al país de la crisis financiera y social. Y parece ser que están mas influenciados por datos económicos que por realidades sociales, de la calle, de personas normales. En vez de pactar y aprobar reformas efectivas parece que lo único que hacen es perder el tiempo. Ese tiempo que pierden es el mismo en el que las colas del paro y comedores sociales crecen.

Con respecto a la reforma en la edad de jubilación parece que hacen exactamente eso, perder el tiempo y hacer de algo fácil algo difícil, o mejor dicho, de lo difícil algo muy complicado. ¿Tan ilógico sería acercar la edad real de jubilación a la edad legal, evitando jubilaciones inmerecidas e innecesarias? ¿Tan ilógico sería incentivar aún mas la jubilación mas allá de la edad legal, agradeciéndoselo aún mas a la gente que quiere y puede trabajar con mas de 65 años?

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tema de la jubilación anticipada no es sino la consecuencia de muchos acontecimientos previos que han ido ocurriendo, siendo esta medida consecuencia directa de los desequilibrios sociales y económicos que venimos arrastrando estas últimas décadas. Solo subrayaré con trazo grueso varias ideas: 1- El suicidio de una sociedad que no quiere hijos porque los vé como una carga.
2- Las abismales diferencias de pagas de jubilación entre los distintos trabajadores.
3- Jubilaciones anticipadas que crean personas pasivas cobrando y sin trabajar con solo cincuenta y tantos años.
4- El alargamiento de la esperanza de vida y el incremento de los gastos sanitarios. Hace sólo dos generaciones la esperanza de vida era la mitad de la actual, etc.