Nuevos aires políticos han desembarcado en muchos ayuntamientos españoles hace poco tiempo. Gobernantes que en todos sus discursos se enfundan en la bandera de los derechos y las libertades del pueblo y que una de sus primeras medidas antes de calentar mucho el sillón es la de prohibir o entorpecer la celebración de espectáculos taurinos. Dime de que presumes y te diré de que careces, pues no parece que las prohibiciones al arte de la tauromaquia y a sus millones de aficionados estén muy en consonancia con el discurso de libertades y derechos que estos políticos hacen a diario y con el que han conseguido el apoyo de una importante masa social.
El arte no es de derechas ni de izquierdas, y mucho menos el arte de la tauromaquia. Escritores como Lorca, pintores como Picasso o escritores como Hemingway, grandes artistas que se han acercado al mundo del toro, porque el arte llama al arte. Hoy, además de no reconocer el toreo como arte y cultura, muchos se dedican a utilizarlo como arma política. El toro no sabe de política, solo sabe de naturaleza, bravura y nobleza. Quién tiene al toro como arma política aprovecha la ignorancia de sus seguidores para utilizar el mundo del toro con otros fines interesados y partidistas.
El toreo es una expresión de nuestra cultura y de nuestro toro bravo. Si las corridas de toros tienen que acabar que sea porque han perdido interés para el público, pero no porque una minoría se dedique a insultar, a faltar el respecto y a impedir ir a las plazas de toros a los que somos aficionados y conocemos los valores del toreo y el toro. La intransigencia, y en algunos casos violencia, de los antitaurinos lo único que consigue es afianzar aún mas la afición de quiénes verdaderamente respetamos al toro bravo y a su milenaria fiesta.
Señores nuevos políticos, dedíquense a trabajar por el bien de su pueblo y no a prohibir y entorpecer el arte, sus valores, lo que representa y lo que enriquece.
«El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo»-.
«El toreo es probablemente la riqueza poética y vital de España, increíblemente desaprovechada por los escritores y artistas, debido principalmente a una falsa educación pedagógica que nos han dado y que hemos sido los hombres de mi generación los primeros en rechazar. Creo que los toros es la fiesta más culta que hay en el mundo»-.
Federico García Lorca
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