viernes, 28 de noviembre de 2008

EL MITO DE LA TABERNA

Unos hombres se encuentran en el interior de un antro de mala muerte donde siempre están los cuatro mismos borrachos sentados en banquetas al lado de la barra, mirando a la tele y dando el culo a la puerta. Los habitantes de la taberna solo ven lo que sale por la tele y lo que le cuenta algún fantasma que llega al bar, esta es la única realidad que conocen. Ese es su mundo, todo lo que conocen, alimentándolo con cervezas y tapas recalentadas. Alguien de estos un día sale afuera y le deslumbra un mundo nuevo lleno de luz y de gente que no está borracha ni tiene resaca. Esto le sorprende y le cuesta adaptarse al nuevo medio y lo que piensa, en vez de descubrir ese mundo y contárselo a los colegas del bar es volver al bar a echarse un carajillo porque piensa que de tanto beber ya se inventa realidades y lo que él ha visto fuera era un espejismo debido a la falta de aire limpio.


Exterior de la taberna


Interior de la taberna con hombres filosofando

Aplicación de la filosofía: buscarle el lado humorístico, ya que le sacamos pocas mas... aunque esperemos que nos sirva para aprobar.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

jejej esa es buena... ni comparacion con el de Platón

Anónimo dijo...

jeje como t pille esto montserrat t cruje xD, como diria Paco a ver k m importa a mi lo k pensba un tio hace 2000 años xD

Anónimo dijo...

jajaja esa es muuu buena jajaj el de platon se keda en mantillas.
JOAKIN.

Anónimo dijo...

Vaya, vaya, Montserrat lo ha pillado y me he partido de risa. Pero porfa, no me digáis que no sirve de nada? no me digáis que no le habéis podido buscar ninguna aplicación a la sociedad actual!!! En fin, qué ingenua soy!!!

Enhorabuena por el humor, me ha gustado. Lo puedo copiar? Saludos, Montse

Anónimo dijo...

Agus, después de pedirte el permiso para copiarte y que me lo concedieras, ya he hecho el post sobre el mito de la taberna. Espero que sea de tu agrado, un saludo, Montse

Ana Ovando dijo...

Es genial. He llegado hasta aquí vía Montse y quiero felicitarte por esta versión platónica tan especial. Enhorabuena por el artículo.