miércoles, 8 de junio de 2011

LA HUERTA ESPAÑOLA, EL VERGEL EUROPEO


     Según el diccionario, un vergel es un huerto, jardín o lugar con gran abundancia y variedad de flores y árboles frutales. Un ejemplo de lo que es un vergel puede ser la huerta española, especialmente el sureste peninsular, y en general toda la agricultura española con respecto al resto de Europa.

     Tres palabras mas abajo de vergel encuentro en el diccionario la definición de vergonzoso, en cuya definición podría aparecer perfectamente la actitud de las autoridades alemanas y europeas que han tenido con la huerta española debido a la llamada crisis del pepino.

     Gracias a que España es el país europeo que mas al sur se encuentra, se convierte en el principal suministrador de productos agrícolas al resto de Europa. Las temperaturas, la iluminación solar y el suelo español, junto al buen hacer de nuestros agricultores sitúan a los productos del campo españoles como los mejores dentro del viejo continente, y prácticamente en el mundo entero.


     Y como en España se conoce el potencial e importancia que tiene su agricultura y sus productos agrícolas no cabe duda que se hace todo lo posible para garantizar su calidad y sanidad. No es lógico que se escatime dinero en controles de productos que dan trabajo y son fuente de subsistencia para comarcas enteras y miles de familias. Además, la agricultura y en especial la huerta, generan gran cantidad de actividad económica en sectores indirectos como el transporte, venta de fertilizantes, maquinarias,comerciales,... Por esto, dudar de los controles realizados en España a los productos exportados y vendidos en el interior es algo fuera de toda lógica.

     Por todo ello, es bastante improbable por no decir imposible, que los productos agrícolas españoles sean los causantes de una grave infección alimentaria, aunque esta también puede producirse en el posterior manejo del producto. No obstante, este último hecho no compete a los agricultores, pero si les afectan sus consecuencias. Debido a esta circunstancia, es necesario una indemnización que cubra todos las pérdidas para el agricultor, que ve como su cosecha está sin salida al mercado por un hecho cuya responsabilidad no se ha demostrado que sea suya.

     Por todo lo dicho, confío plenamente en la calidad e higiene de los productos del campo español y deseo que los responsables de destruir el mercado hortofrutícola español sin pruebas asuman las consecuencias por los gravísimos hechos que han ocasionado.

1 comentario:

Fernan dijo...

Esta situación yo la comparo como cualquier caso de dopaje en el ciclismo, por ejemplo, acusan a un ciclista de dopaje y este es suspendido temporalmente hasta que salga a la luz la resolución definitiva, pues bien, una vez que se ha declarado inocente la UCI le permite volver a correr pero.. ¿y los daños personales?. Algo así ha pasado con el pepino español, por mucho que reconozcan su error y compensen económicamente al sector, el daño de imagen no se lo quita nadie, y este daño vale más que cualquier monto de dinero que puedan ofrecer por "compensación".