¿Te imaginas estar pensando en la procedencia de todos los productos que comes a lo largo de un día? Pues si nos paráramos a intentar descubrir esto nos sorprenderíamos en mas de una ocasión. La procedencia de todo lo que consumimos como alimento procede de la agricultura, excepto el pescado, pero la forma en la que se nos presentan estos alimentos hacen que no pensemos en tal cosa. Los precocinados, congelados y demás productos transformados tienen como materia prima lo que produce el sector agropecuario.
El camino que recorre una materia prima desde su origen hasta nuestra boca hace que no tengamos en cuenta que los agricultores y ganaderos son los responsables de alimentar a toda la población mundial, que por cierto cada vez es mayor, por lo que las exigencias de proporcionar alimentos cada vez son mayores.
Visto así, los productores deberían ser los eslabones en la cadena alimentaria que mas rentabilidad sacaran a los productos, pero la realidad dista mucho de esto. Cada paso dentro del eslabón de la cadena alimentaria el producto multiplica su precio hasta que al consumidor llega con un precio que puede ser de hasta 10 veces mas de lo que se le paga al productor.
La globalización ha hecho que el mercado alimentario mundial cada vez tenga mas repercusión, por lo que una déficit de cosecha en un punto del planeta se suple inmediatamente con producto de otro punto del mundo. Este hecho no asegura unos precios dignos para los productores, por lo que se deben aplicar leyes para asegurar la rentabilidad de la actividad agropecuaria, que por ejemplo, en el caso de la Unión Europea son las ayudas PAC (Política Agraria Común). Sería mas coherente aplicar mecanismos para asegurar el precio a los productores de materias primas antes que aportar subvenciones, pero esto o parece difícil o nadie se ha puesto en serio a tratar el tema.
Las exigencias del consumidor en cuanto a calidad de lo que consume cada vez son mayores, y esas exigencias son trasladadas al agricultor o ganadero, puesto que al transformar una materia prima se puede mantener la calidad pero no mejorarla. La calidad de cualquier alimento que consumimos, este la consigue en el campo y no en las industrias transformadoras. Estas industrias, como he dicho solo tienen capacidad para mantenerla pero no para que un producto procedente del sector agropecuario gane en calidad.
Si la gente tuviera mas en cuenta estas ideas en el día a día, se desterraría ese pensamiento de que el mundo rural y agropecuario es algo en decadencia y que solo es viable gracias a subvenciones. Gracias a la labor de profesionales y trabajadores de este sector disponemos diariamente de una gran variedad de alimentos de gran calidad para ponerlos en nuestra mesa. Agricultores y ganaderos del mundo son el primer y mas importante eslabón de la cadena alimentaria.
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