martes, 21 de agosto de 2012

PADILLA: ESFUERZO, SUPERACIÓN Y CORAJE


     No escribo esto para defender mi afición al mundo taurino, puesto que creo tener la suficiente libertad como para elegir cuáles son mis aficiones y que tipo de aficiones me gustan, ni para defender este arte de ataques intransigentes e irrespetuosos. Sólo quiero expresar los valores que puede llegar a representar el toreo desde mi perspectiva sobre un torero: Juan José Padilla.

   
     Mi afición a los toros no viene impuesta por nadie, es algo elegido libremente por mí a partir de lo que he visto desde mi infancia. Uno de los primero recuerdos que tengo es cuando vi una corrida televisada en Televisión Española, que hasta no hace tanto retransmitía toros,  en la que me llamó la atención la actitud valiente y de entrega de un torero, Padilla. La fuerza que desprendía en el ruedo tanto en banderillas como toreando fue una de las primeras cosas que me hicieron aficionarme a este mundo.

     Años después, el destino quiso que en 2004 mi primer toro que vi torear en vivo lo lidiara el maestro Padilla, en mi pueblo, Socuéllamos. Mi interés por el mundo del toro iba en un claro crecimiento y Juan José Padilla se convirtió en uno de los toreros culpables de ello.

   
     En octubre del año pasado, al ver en las noticias el grave percance que sufrió el torero Padilla en la Plaza de Toros de Zaragoza, sentí una gran tristeza, ya que si ningún torero merece sufrir una cosa así, este la merecía aún menos, por estar siempre dispuesto a entregarse al torear los toros de las llamadas "ganaderías duras". Su vuelta a los ruedos parecía difícil, pero yo sabía que este hombre se tenía que volver a poner delante de un toro.

     Y así fue, en apenas cinco meses ya estaba haciendo el paseillo vestido de luces, lo cuál me provocó un gran sentimiento de alegría, al igual que cuando dos meses antes lo escuché en el programa Los Toros de la Cadena Ser anunciando esta gran gesta. También me alegra mucho la gran temporada que esta haciendo por las plazas de toros españolas y francesas, dando la cara prácticamente a diario y recibiendo el reconocimiento y cariño del publico allá donde actúa. 



     El sábado 18 tuve el privilegio de ver a Padilla  hacer el paseillo en Ciudad Real, hecho que hace unos meses no me podría imaginar ver, debido como he dicho al grave percance que tuvo y sus secuelas que pueden hacer muy difícil practicar el arte del toreo.  También esa tarde pude disfrutar del momento mas emocionante que me ha provocado el mundo del toro, entregar directamente una bandera de apoyo y fuerza a este gran torero mientras daba una vuelta al ruedo con el lema: "Socuéllamos con Padilla".. Esto lo hice junto a mis dos grandes amigos de aventuras taurinas, Joaquín y Carlos.  Que difícil se hace poner con la palabras lo  que se siente en momentos como ese.

   
     En estos tiempos en los que admiramos a futbolistas por meter 50 goles en una temporada o a cantantes que venden millones de discos en unas semanas, se merecen la misma o incluso mucha mas admiración la gente que se juega la vida por unos ideales y convicciones delante de un toro y que además hacen disfrutar a tantos aficionados a este mundo y generan con su arte un fuerte beneficio económico. Pero la admiración por Padilla viene por el esfuerzo en el que se basa su carrera como matador de toros, la superación de las mayores de las dificultades para seguir su camino haciendo lo que siente y el coraje torero de querer  volver a torear y conseguirlo. Y ha vuelto, pero por la Puerta Grande.

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