lunes, 11 de enero de 2016

CRECER EN EL ERROR

     Me equivoco y me quiero seguir equivocando. Porque equivocarse es señal de que lo estás intentando. Quién no lo intenta no tiene posibilidad de equivocarse. Ni de acertar. Quién lo intenta y se equivoca está vivo. Quién no lo intenta no vive.

     El que vive arriesga, pierde, cae, prueba, aprende y a veces gana. En muchas ocasiones el camino es mas importante que la meta. Que emocionante es el trayecto de un buen viaje y que efímero su destino.

     Destino deseado que nunca llega, ni muy probablemente llegará, por lo que recorrer un digno camino hacia el utópico destino hagamos que se convierta en un buen recuerdo. la buena experiencia que nos acompañe hasta nuestra última gota de memoria.


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