lunes, 7 de diciembre de 2015

LA DESLUCIDA COLETA Y EL FLAMANTE CATALÁN

   
     Las próximas elecciones generales españolas  ya no son una partida a dos, sino a cuatro. El nuevo panorama político ha puesto sobre la mesa cuatro nombres que mucho tienen que decir sobre el futuro de nuestro país en los próximos años. A las siglas tradicionales (PP y PSOE) se suman dos nuevas fuerzas (Podemos y Ciudadanos), cuyos líderes tienen mas peso mediático que su propio partido. Estos dos nuevos jugadores del tablero político surgen de la necesaria renovación que exige el pueblo tras unos años en los que los partidos tradicionales han visto castigada su imagen tanto por factores externos (crisis económica y social) como internos (corrupción y falta de renovación).

     El primero de estos dos nuevos partidos, Podemos, irrumpe con una sorpresiva fuerza tras las pasadas elecciones europeas. Su líder, Pablo Iglesias, proyecta una imagen de cambio radical de lo conocido en política en pleno desencanto de la sociedad con PP y PSOE. Fuera chaqueta y discursos guionizados y sin alma y cambio de la corbata por la coleta. Se proponen cosas que la calle quiere oír y quiere que se lleven a cabo, ya que las políticas ejecutadas hasta ahora no solucionaban los problemas que mas preocupaban a los españoles (paro, desahucios, desigualdad,...). Esta ilusión generada en millones de españoles en apenas unas semanas pronto empieza a languidecer cuando a Podemos le toca explicar la forma de hacer realidad sus propuestas, sobre todo desde el punto de vista económico. Pero no solo esto le hace perder el ímpetu con el que comenzó el partido y su líder; la radicalización en algunos aspectos, poca estabilidad de algunas de sus propuestas mas mediáticas, el origen y financiación del partido, las discrepancias internas, polémicas sobre algunos de sus pesos pesados y su cambio paulatino a un discurso mas moderado pero con incoherencias hacen que se perciba como una pérdida de frescura en la situación del partido y su propuesta de regeneración política parezca cada vez mas deslucida.

     Otro de los partidos nuevos que tienen mucho que decir en el futuro es Ciudadanos. Con origen en Cataluña, trabaja desde hace años por identificarse con los catalanes que se sienten tanto españoles como catalanes. Su auge a nivel nacional empieza también con las pasadas elecciones europeas, pero la gran subida mediática la logra unos meses después que la de Podemos. Desde sus inicios, Albert Rivera, su líder, ha mantenido una linea de renovación política pero sin la necesidad de efectuar cambios radicales. Su apuesta por el crecimiento económico facilitando las cosas a la gente de a pie, como por ejemplo a los autónomos, pasa por propuestas de carácter realista que gustan a muchos españoles. Sus propuestas de centro en la mayoría de los asuntos hacen que Ciudadanos sea un partido político que atraiga a la mayoría de españoles que no se ven identificados con el debate derecha-izquierda. En contraposición, este partido cuenta con muy poca experiencia en el gobierno y gestión de administraciones y su rápida creación de estructura de partido político a nivel nacional ha hecho que detrás de sus siglas se posicione gente que no concuerde con la idea de regeneración que representa Albert Rivera.

     Mientras que los nuevos partidos políticos intentan robar votos a los tradicionales, ya sea por el centro o por sus extremos, nos presentamos ante unas elecciones únicas, ya que nadie pronosticaba a corto plazo el panorama político que se presenta. Mientras que el PP se presenta a las urnas con una escasa renovación y tras una legislatura en la que ha llevado a cabo acciones de gobierno muy poco favorables para lograr repetir mayoría absoluta, el PSOE no parece dar en la tecla para lograr ser una alternativa clara de gobierno. La mala imagen de estos partidos en los últimos años y la exigencia de renovación de muchos aspectos de nuestro país ha dado lugar a la aparición de importantes fuerzas políticas, que serán clave en el futuro del país. Por un lado, Podemos, con aires de  partido antisistema y de romper con lo establecido, pero que se ha dado cuenta que con eso no es suficiente para ganar unas elecciones generales y en su moderación del discurso ha dado demasiados vaivenes que le han llevado a perder parte de la energía con la que contaba en sus comienzos y por otro lado Ciudadanos, partido basado en renovación sin cambios radicales y muy dependiente del discurso y la imagen de su líder, quedando muy por debajo de lo que este proyecta  muchas de las caras que forman la estructura del partido y que son las que deberían trabajar localmente para lograr ganar una elecciones generales.

     En definitiva, el gobierno resultante de las próximas elecciones que tenga el mayor de los éxitos, porque su éxito será el de todos los españoles.





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