lunes, 21 de mayo de 2012

UfffCLM

   
      Parece que la Universidad Pública es una carga demasiado grande para una de las comunidades autónomas mas endeudadas de España. La situación por la que pasa la Universidad de Castilla-La Mancha es denigrante para una universidad joven y que cuenta con alrededor 30.000 alumnos. Y como no podía ser de otra manera, esta malísima situación se debe a la falta de dinero para su gestión y funcionamiento.

     Durante los años de bonanza económica se han construido facultades en los diferentes campus sin hacer una profunda reflexión sobre la viabilidad y sobre si realmente eran algo necesario. Por poner un ejemplo, en 2010 se inauguró la titulación de Medicina en el Campus de Ciudad Real aún sin contar con centro propio y contando con pocos alumnos cuando existe en Albacete (a 200 km) una facultad de Medicina con un reconocido prestigio. ¿No habría sido mejor invertir en Albacete el dinero gastado en Ciudad Real? Y como esto existen muchos ejemplos: cuatro facultades de Ingeniería Industrial, cuatro de Educación, cuatro de Enfermería, dos de Derecho, dos de Ingeniería Agrícola, dos de Arquitectura....

     La llegada este curso de un nuevo Rector, de momento lo único que ha hecho es desorganizar mas la universidad. Este y su equipo de gobierno no tienen un proyecto claro de reforma de la Universidad y a lo único a lo que se dedican es a tomar decisiones a la ligera y que son poco efectivas, además de las cuáles después se tienen que retractar por lo ridículas que en el fondo son estas decisiones. Me estoy refiriendo al anuncio del cierre de los estudios de Ingeniería Industrial en Almadén, hecho que afectaría gravemente a la economía de la comarca y acabaría con una facultad con mas de dos siglos de historia y a la eliminación de la especialidad de Industrias Agroalimentarias de la Escuela de Ingenieros Agrónomos de Ciudad Real, lo que prácticamente supondría quedarnos sin personal cualificado para uno de los motores de la región como son las empresas transformadoras de alimentos.

     La culpa de estas inexplicables medidas, que supondrían mas perdida de riqueza que ahorro presupuestario, es achacada a la superconocida crisis económica, pero la verdadera culpa creo que es de la malísima planificación de la Universidad de Castilla-La Mancha a la hora de ordenar los diferentes estudios que ofrece. En los años de "vacas gordas" se optó mas por la cantidad que por la calidad de la educación y ahora nos encontramos en una situación que parece tener mal arreglo.


   
     Pero como siempre, nos tocará a la sociedad apechugar con los efectos de la mala gestión de los que nos gobiernan y con la excusa de las dificultades económicas se nos incrementarán matrículas y tasas, mientras que se impartirán menos prácticas, viajes, conferencias, cursos,.... todo en detrimento de la calidad de la educación porque unos señores quisieron tener una universidad grande, bonita, con muchas titulaciones y plazas ofertadas.... y económicamente inviable a día de hoy.


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